Por mucho tiempo pensé que la luz era mía y precipitado en la sombra me veo

por Norma Castillo
(Ciudad de Buenos Aires)

No he tenido una buena semana, primero con una alumna a quien trajeron a la fuerza, fueron los 60 minutos más largos de mi vida. Yo estaba muy ansiosa, la adolscente había llorado mucho se notaba. Tanto es así que cada rato le tenía que preguntar si estaba bien. Pero yo por dentro no estaba para nada cómoda no sólo con la situación sino porque sentía un vacío enorme por dentro como si nunca hubiera trabajado de esto y lo he hecho toda mi vida. Soy docente en un colegio, pero mis males físicos y mis altibajos anímicos no tomo más horas por eso trabajo en mi casa.
Tengo depresión desde el 96, pasé mucho sufrimiento. Con una excelente psiquiatra salí adelante y pude hacer mi carrera. Estuve a muy poco que no me dieran el apto médico porque no sé qué rayitas hice mal en el test psicológico pero como la psicóloga se adelantó a decirselo a una compañera, pensaba que no la escuchaba, pedí que se anulara ese test y me hicieran otro. Finalmente lo conseguí trabajo solo con adultos de nivel secundario. Pongo todo de mi en el trabajo es un gran motivo de vida el trabajar en lo que a uno le gusta. Lo malo es cuando la angustia, la depresión un poco de paranoia también te hacen ver como una persona cerrada mala, enojada, rara. No es muy lindo que me reconozcan como una de las más exigentes. Hay a veces en mi clase un silencio que suena a letanía.
Sin embargo, tengo hermosos sobrinos que disfruto mucho con quienes me voy de vacaciones. Tienen ocho años y son mellizos y le ayudo a mi hermana con lo que puedo es decir mi presencia cuando me necesita.
Mi hermana es un capítulo aparte en mi vida somos muy distintas, ella es fría calculadora, racional y no tiene pelos en la lengua. Y yo la vulnerable que se doblega ante semejante "personalidad".
Esta semana me dijo que me fuera de su casa porque mi cara, cuanto que salía de un resfrío y me dolía extremadamente la panza ya que padezco de colon irritable. Dijo: Tenés una cara que es para tirar, hacete ver qué tenés, ayer no hiciste nada, no podés estar así andá a una guardia acá no podés estar. Todo esto a los gritos. Me fui apagué el celular porque sabía que me iba a llamar a pesar de nunca lo hace esta vez no era lo mismo. Quería hacerla sentir mal. Que se quedara con culpa, su actitud sacó lo peor de mí.
Luego de que me revisaran y dijeran que era sólo gastroenteritis no me puedo reponer me siento cada día más triste anoche tuve un sueño en el que me arrebataban a un alumno de la mano y mi hermana decía ella no puede con esto. Amanecí llorando como hace años que no lo hacía, estoy en tratamiento, psicológico y psiquiátrico por el control de medicación, tratamiento que nunca dejé ni abandoné. En mis anteriores artículos se titulan "veo el sol entre nubes grises" y no puedo decir lo mismo. Pensé que la luz era mía y precipitado en la sombra me veo. Ojalá se pase no quiero vivir lo anterior.